martes, 30 de marzo de 2010

Microrrelato: RUTINA


RUTINA



El día que
cumplió 45 años, la señorita Ernestina decidió deshacerse de todos sus recuerdos. Por una vez en la vida tomó la férrea decisión de romper las correas que la tenían atada a su anodina y rutinaria vida. Antes de empezar, chasqueó la lengua y dudó por unos segundos que era lo primero de lo que se quería deshacer. Empezó por olvidar a sus padres. Aquellas personas que le cohibieron en su juventud, que no le dejaron vestirse a su manera, estudiar la carrera que quiso y salir aquel día que sus amigas celebraban una gran fiesta. A continuación tiro por la ventana el recuerdo de su marido. Aquel hombre soso y huraño con el que se casó porque no había otro y que no le hizo feliz. Y por ultimo borró de su mente a sus dos hijos. Dos personajes egoístas que solo pensaban en ella cuando necesitaban una canguro. Un gran peso que le ahogaba abandonó su cuerpo y comenzó a sonreír. Su sonrisa se fue haciendo más y más grande. La felicidad le saciaba. Sus dientes escondidos comenzaron a ver la luz tras muchos años de penumbra. A partir de ese momento comenzaría a tomar las riendas de su vida.
Es una pena que la señorita Ernestina sufriera de Alzheimer y todos sus esfuerzos por olvidar sus recuerdos cayeron en saco roto. Pasados 15 minutos volvió a sentirse infeliz y siguió con su rutina diaria de deshacerse de sus recuerdos.

viernes, 26 de marzo de 2010

Reseña pelicula ONCE

Once.”Una vez..”, By John Carney


Ficha Técnica

Once

Tí­tulo original: Once (una vez)
Dirección y guión: John Carney
Paí­s: Irlanda
Año: 2006; Duración: 85 min.
Género: Drama
Reparto: Alaistair Foley , Catherine Hansard, Glen Hansard, Kate Haugh, Senan Haugh, Darren Healy, Gerard Hendrick
Web: www.oncethemovie.com
Distribuidora: Avalon Productions
Productora: Summit Entertainment, Bórd Scannán na hÉireann, Samson Films


“Once”. Una vez. Una vez te vi. Una vez escuche una canción tuya. Una vez te mire. Una vez pase por tu vida. Una vez quede impregnado de ti. Una vez cante contigo. Una vez conectamos. Una vez me hiciste feliz. Una vez pudo ser. Una vez se fue….

“Once” es una pelí­cula que se puede analizar desde múltiples perspectivas. Es una historia de amor frustrada. Es una pelí­cula musicada (Me gusta más que musical). Es un reflejo multicultural del Dublí­n actual. Es una obra que desgrana la creación de un cantautor callejero. Es el rastro de un amor perdido. Es una historia en las que las canciones describen la trama al mismo tiempo que son creadas.

Esta es una pequeña pelí­cula irlandesa rodada con un limitado presupuesto que viene precedido por un premio que suele ser referente de buenas historias, el premio del público del festival de Sundance. Es la tí­pica pelí­cula sencilla que no va a ser publicitada, pero que por el boca a boca se mantendrá semanas en cartelera. Es el ejemplo claro de que una buena idea a pesar de las limitaciones técnicas y económicas puede desencadenar en una buena historia. La demostración plausible que existe vida más allá del cine comercial y de las historias repetitivas y agotadas. Este es un dato aún mas importante es esta producción que se podrí­a engrosar dentro de la temática de pelí­culas románticas, en las que contar algo digno y que no nos recuerde a otras historias es una tarea ardua y complicada.

El modo de filmación es acorde al presupuesto de la pelí­cula, estética de cámara en mano, fotografí­a rota y borrosa, escenas desencuadradas en muchos planos dan un tono sobrio y sencillo al film. Hay que destacar que en este caso la carestí­a de medios ha sido aprovechada por el director y ese toque casi aficionado le viene muy bien a la historia.

“Once” cuenta la historia de un músico callejero que toca sus canciones en las calles de Dublí­n a cambio de unas monedas. Desde un primer momento deja claro que solo lo hace para sobrevivir y se adapta a los cánones que la sociedad le marca. Durante el dí­a solo toca versiones de canciones conocidas que es lo que los viandantes quieren oí­r y por lo que están dispuestos a echar monedas. Solo toca sus propias canciones por la noche, cuando la soledad y la oscuridad le dan la libertad para expresar sus más desgarrados sentimientos.

Es precisamente en este momento más intimo cuando aparece la otra figura de la pelí­cula, una inmigrante checa que entre otros trabajos se dedica a la venta de rosas y revistas por la ciudad. Desde un primer momento se desata una conexión muy fuerte entre los dos personajes. Aunque esta claro que también dicha atracción se ve acentuada por la soledad de ambas personas y el hecho de que el destino no les habí­a colocado en la posición mas adecuada para ser felices. Se inicia una amistad que llega a su momento más algido en la escena más “naif” cuando tocan juntos en una tienda de música a la que ella suele a acudir a tocar el piano.

A partir de ese momento las canciones del protagonista comienzan a ser el motor mediante el cual se va descubriendo sus sentimientos, sus amores rotos y su pasado. Al mismo tiempo las nuevas canciones que van haciendo entre ambos son mecanismos de transmisión de la historia y de cómo va avanzando su relación. Aquí­ es donde es importante destacar la fuerza e integración de las canciones dentro del desarrollo de la pelí­cula, llenas de fuerza, mensaje, desgarro y sensibilidad.

Toda la historia recuerda un poco a la estética y el trasfondo de las pelí­culas de temática social inglesas. El director parece un fiel seguidor del sobrio estilo de Ken Loach y de la descripción de situaciones cotidianas en zonas deprimidas de Gran Bretaña. Pero a diferencia de este, en vez de aplicarlo para hacer pelí­culas denuncia, consigue emplazarlo en un drama romántico en el que las creaciones musicales del protagonista son el eje del que gira toda la trama. El director John Carney nos permite indagar como es la vida diaria y el entorno en el que se desarrolla la relación entre ambas personas. De esa forma el espectador puede entender mejor la forma de actuar de cada uno de los protagonistas ante esta oportunidad que cada uno brinda al otro. Es muy interesante como se intercala en el transcurso del romance, matices diarios de los inmigrantes en irlanda y la relación padre-hijo tras la desaparición de la figura materna.

En resumen “Once” es una de las últimas joyas que han llegado a las carteleras. Pelí­cula sobria, sencilla, de acción directa a los sentimientos del espectador, dirigida con una inusitada sensibilidad y una historia en la que unos actores en estado de gracia sobreviven a sus sentimientos y su destino entre canciones que con total seguridad perdurarán en la memoria del espectador.

Lo mejor: Las canciones de la pelí­cula, llenos de fuerza, mensaje, desgarro y melancolí­a que van desgranando el pasado y presente del protagonista. El actor principal, en estado de gracia como co-protagonista checa, que dotan a sus personajes de una gran cercaní­a, sentimiento y naturalidad en esta historia de amor frustrada.

Lo peor: El titulo del film confunde un poco al espectador “Once” (Una vez), induciéndole a su significado numérico en castellano. Ciertas secuencias tras la grabación del disco en el estudio en las que aparecen en la playa en plan ví­deo clip que desentona con el tono general de la pelí­cula.

La pelí­cula tiene su propio myspace desde donde se pueden volver a oí­r las canciones que seguro que vas a tararear por un par de dí­as tras ver este film en el cine.