viernes, 9 de noviembre de 2012

CONTRADICCIONES E HIATOS


Noche de bullicio, han abierto las puertas del manicomio y parece que todos los locos se cruzan conmigo. Solo quiero llegar a casa. 8 horas con el monstruo de mi jefe son suficientes y mis huesos solo piensan en caer sobre mi querido sofá de color calabaza. Hice una apuesta al estilo truco o trato de doble o nada con mi compañero y la perdí. Resultado: una hora más castigado limpiando la tienda. Consecuencia: perder el bus de vuelta y una hora de larga caminata hasta casa bajo una abundante lluvia.

-“¡Lluvia, que mas da eso!”- me dice una señora mojada hasta las cejas al mismo tiempo que me sonríe.  Yo le correspondo con mi más falsa sonrisa, al mismo tiempo que intento rodearla.

-“Existía en mi cuerpo una imparable necesidad de matar a la gente”-me reprende- la sonrisa se convierte en pavor.  “Sentada en este mismo lugar, viví mis mejores capturas”-suelta la señora al mismo tiempo que lanza  una sonora carcajada.

 Acelero el paso, primera base superada, solo quiero llegar a mi casa, pero un abuelo me bloquea de nuevo:

-“La fantasía y el destino vas unidos de la mano, hija,  la única edad que esconde su futuro es la tuya”- me dice el señor alargando la mano en busca de contacto vital.

La frase me parece de poeta, veo reflejado en su rostro a mi abuelo que me llevaba al parque y me entretenía con sus historias. Me veo engatusada por los recuerdos. Pero el momento mágico se ve interrumpido:

-Contradicciones e hiatos – Dice el señor cambiando el semblante de la cara.
-Contradicciones e hiatos- repite sucesivamente subiendo el tono de voz.
-Contradicciones e hiatos- grita rabioso

Este no es mi abuelo, rechazo su mano y cambio de acera, en busca de la tranquilidad, pero un nuevo personaje se interpone en mi camino. Esta vez una niña que parece perdida, me hace parar y mi sentimiento de protección me supera. Intento esbozar de nuevo una sonrisa y le digo:

      - ¿Qué haces aquí solita, ni….?
- El estado de bienestar es algo que tratan de mantener los débiles de espíritu, una vez  me he hecho vieja, comprendí  que el futuro está  en el liberalismo”- me responde cortando bruscamente mi frase.
Esto sí que me dio miedo y empiezo a correr despavorida, al mismo tiempo que me alejo veo  como la niña levanta  su mano derecha al cielo:

- El comunismo es un un engaño para con uno mismo, enfermedad  de juventud, los accidentes se pueden solucionar.

Algo no funciona. No tenía que haber tomado ese último café. Veo mi portal al fondo de la calle. Decido poner pies en polvorosa y me encuentro con mi vecina en la puerta. Y le digo

         - Buenas noches, ¿Qué pasa hoy? ¿No hay más que gente rara revoloteando?
     - Hoy hay un miedo que no había antes en la calle- me responde

Al fin alguien cuerdo pienso y suspiro aliviada.

         - El fin de la decencia como sentido en la vida se ha acabado, el fin de nuestras vidas esta cerca al  menos en el curso de destrucción que nos acecha, un culto vicioso me hacer ser mala – me reprende intentado coger mi cuello con sus manos.

El momento de tranquilidad se interrumpe de nuevo.
Continúo con mi escapada por las escaleras. Corro como pollo sin cabeza. Saco mis llaves. Intento introducirla en la cerradura. El sudor hace que resbale. Miro hacia atrás aterrada pensando en el siguiente personaje que puede aparecer. Al fin acierto.  Cruzo la puerta y pego un portazo. Por fin en casa. Apoyo mis manos sudorosas en la pared de la cocina. Levanto la cabeza y miro el calendario. 31 de Octubre. Dudo unos segundos. Es Halloween. ¡Como odio estas malditas fiestas yankis !

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