jueves, 27 de marzo de 2014

BLANCO Y NEGRO

Blanco y Negro



Con la mente en blanco y sin poder pensar. Mi cerebro se va a negro. Una hoja en blanco me mira y mis dedos son incapaces de moverse. Negros pensamientos. Incapaces de teclear. Incapaces de expresarse. Un oleo en blanco incapaz de ser manchado. Una lente defectuosa. Un rollo de película rayada. Un escritor frustrado. La radio habla de la muerte del poeta Felix Grande. No le conozco, pero su potente voz llama mi atención. Le preguntan si escribir es sufrir y  con su voz grave y sonora declama:
-“Es por lo menos haber sufrido. Se escribe sobre todo con el conocimiento del dolor. Se escribe desde el conflicto.”
Creo que hace tiempo que no vivo en un conflicto vital como el actual, pero mis pensamientos son huecos, mis ganas de escribir son nulas y el dolor no hace que aparezcan nuevas ideas. Negros nubarrones revolotean en mi cabeza y una pereza inútil me provoca una ceguera literaria que maniata mi imaginación. Mi personaje siempre muere en la primera página. La tinta se desliza por la hoja sin afianzarse, rápidamente se desmorona y un borrón mancha cada uno de los folios. Mi historia viaja siempre por caminos secundarios y cuando encuentro la entrada a la autopista siempre me topo con ese maldito peaje vital que no me deja pasar. Nunca llevo dinero en los bolsillos y  siempre vuelvo a la misma carretera perdida.
Mi cerebro no quiere arrancar. Pause pulsado y el botón de avance estropeado. Los cabezales de mi viejo video Beta chirrían intentando reproducir esa cinta que hay en el videoclub de mi cabeza. Los soldados de mi mente están agazapados en sus trincheras, esperando una nueva embestida, soldados hundidos, soldados que solo quiere volver a su casa, soldados que esperan pacientes un momento de calma para volver a vivir.
No hay nada, solo puro egocentrismo. Solo yo. Nada más. Nada que contar. Nada en blanco. Todo en negro. Cero absoluto. La mente en blanco.

Sigo escuchando esa voz potente en la radio y sus palabras se clavan como lanzas en mi pecho. Felix Grande de nuevo. “La poesía no es solo un género literario, creo que es un estado de gracia. La poesía viene cuando uno se lo merece, cuando uno está en disposición de coraje y de inocencia suficiente para que las palabras se queden a vivir contigo una temporada”
Me incorporo, abandono mi escritorio vacio de palabras y me miro al espejo. Pelo alborotado, mirada cansada, barba raída que sale sin fuerza y profundas ojeras marcan mi rostro. Ni estado de gracia, ni coraje ni inocencia.  Solo estado de sitio, cobardía y representando el papel de ese funambulista sin red que ve que cada vez está más cerca el suelo.  

-¿Dónde están mis palabras? ¿Qué he hecho yo para merecer esta tierra yerma de lucidez y ávida de oscuridad? ”- Grito desgarrado sin acabar de creérmelo.

Escribe. Vamos escribe. Tú puedes. Lo has hecho antes. Ha llegado la hora. Lo necesitas. Te lo mereces
Tengo ganas de escribir. Mi mente está clara. No hay nada que me moleste. Lo tengo todo. Pero la pantalla sigue en blanco. Me levanto, recorro el pasillo. Me vuelvo a sentar. Algo me impide escribir. Quiero contar todo lo que me pasa. Tengo ideas nuevas. Pero el enemigo invisible sigue ahí. Esto no puede ser tan complicado.
 Me doy ánimos. Golpeo mi frente con las manos. Mis nudillos chocan contra la mesa. Estoy a punto de empezar. Pero la página sigue en blanco.

Todo lo veo negro. Como la persona que escribió mi primer libro.

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho cuando lo leíste. Y al releerlo, más. La vida está llena de contrastes.

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  2. Es rap ? o un estilo similar ?
    Si, sí y si no, me agrado. (: saludos

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