martes, 20 de octubre de 2020

Euforia y Diazepam

 


La rueda. Gira la rueda. Días felices. Noches dichosas. Amigos para siempre. Siempre hacia la luz. Juntos subiremos montañas y juntos las bajaremos. Somos como perros, siempre estamos contentos de vernos. Velocidad crucero. Nada es imposible. Colillas humeantes. La sonrisa perfecta. Bolsillos boyantes. Asaltar la banca. Ojos rojos. Lenguas de trapo que no paran de gritar. Palabras que escupimos a borbotones. Ideas que resuelven el mundo. Soluciones nunca inventadas. Funambulista siempre en el alambre. La vida en nuestras manos. Heridas que no sangran. Besos y caricias. Pupilas tornasoladas. Escapar es de cobardes. Risas descontroladas. Nunca digas nunca. Mejillas rosadas. Respiración acelerada. Vivir deprisa. No mires atrás. Todo es posible. Aquí y ahora.

Despertar. La resaca. Un ruido sordo de tribulación. Lluvia fina sobre los hombros.  Un suspiro ahogado de redención. Cuando fuimos los mejores.  Un zumbido molesto de desamparo. El sollozo del que escapa y nunca encuentra su casa. Vasos vacíos. Cicatrices que no se cierran. La apatía del que no espera nada en la vida. Ver los días pasar. La orfandad de nunca haber recibido un beso en el momento oportuno. La maldita melancolía siempre más fuerte que la esperanza. La letanía que hace girar lentamente las agujas del reloj.  Tenemos que quedar. Otro día te llamo, seguro. Galerna. Niebla oscura que ciega las miradas. Venas por donde corre magnetita que atrae al quebranto. Arrugas en el corazón. Se acabo. Volver a empezar. Gira la rueda. La rueda.


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