Me gusta cuando te
levantas con ganas de comerte el mundo. Cuando faltan horas al día. Cuando el día no
abarca todo lo que puedes hacer. Cuando nunca miras el reloj. Cuando nunca
deseas que la palabra FIN salga por pantalla. Cuando a la semana le faltan los
miércoles sin darte cuenta. No me gusta cuando languideces entre las sabanas
esperando que la noche vuelva a oscurecer tu vida, cuando el “tal vez” supera
al ser, el “no se” sustituye al SI y cuando el quizás reemplaza al “contigo y ahora”.
Me gusta cuando tu mirada
no apunta al suelo. Cuando vives y no sueñas. Cuando vuelas y no andas. Cuando actúas
y no piensas. Dormir es de cobardes. Adiós monotonía. Cuando viajas y no es
solo en tu imaginación. Todos los días son días de fiesta. No me gusta cuando
tus ojos tristes vagan por las calles. Cuando tu vuelo es bajo. Cuando te han
cortado las alas. Cuando arrastras tus zapatos. Cuando el paso es corto y el
camino largo.
Me gusta cuando un
problema lo conviertes en un punto y seguido. Cuando no miras hacia otro lado.
Cuando afrontas y no rehuyes. Cuando las
soluciones salen por tu boca y no es tu lengua la que queda muda ante los
problemas. Cuando atacas y no te defiendes. Cuando saltas y no te encoges.
Cuando las palabras salen a borbotones por tu boca sin ningún control. No me
gusta cuando te atascas. Cuando siempre buscas un problema para cada solución. Cuando
el problema y la solución eres tú y solo
tú.
Me gusta cuando escribes.
Cuando el sonido de las teclas no para de sonar. Cuando tus ideas fluyen. Cuando no piensas: escribes. Ideas felices.
Felices momentos. Momentos felices que plasman ideas. Momentos plasmados en
felices ideas. Cuando las frases aparecen y desaparecen de tu cabeza como un rayo sin que te de tiempo a
apuntarlas. No me gusta cuando solo ves un folio en blanco. Cuando la mente
esta nublada y solo se avecinan negros nubarrones en tu cerebro.
Me gusta cuando cambias
llorar por amar. Cuando cambias callar por gritar. Cuando no se oyen tus
suspiros. Cuando cambias las lágrimas por los hechos. Cuando solo lloras en la
oscuridad de los cines. Cuando la vida es un carrusel de sonrisas. Cuando
llorar es de cobardes. No me gusta cuando tu película es siempre un
melodrama. Cuando solo te escucho sonidos entrecortados y hablar entre dientes.
Cuando se te olvida dar la réplica.
Cuando olvidas el guión. Cuando vuelves al cine mudo.
Me gusta cuando cambias
sufrir por luchar. Cuando cambias ser por estar. Cuando olvidas sin rencor.
Cuando recuerdas con ternura. Cuando cambias dolor por caricias. Cuando
sustituyes discutir por besar. Cuando olvidas todo lo que paso. Cuando olvidas tu pasado y el futuro lo estás
viviendo. No me gusta tu revanchismo. Tu
ojo por ojo. Tu diente por diente. El tu mas y ese “QUESEJODA “en tus labios.
Me gusta cuando la viste por primera vez. Una vez la viste.
Una vez perdiste la razón. Una vez pensaste que eras para siempre. Una vez la
besaste. Una vez despertaste. Una vez te fuiste. Una vez volviste. Una vez se
fue. Una vez. Una y otra vez.
Me gusta cuando llegas a
casa y ves su sonrisa. Cuando su ojos verdes te turban y solo puedes mirar al
suelo. Cuando sus curvas te vuelven loco. Me gusta cuando le despiertas
suavemente. Cuando ves como se despereza cada mañana. Cuando ella lo primero que
ve al abrir los ojos eres tú y cuando
entonces ella sonríe. Solo sonríe. No quieres nada más. No me gusta cuando sin
ella el puzzle no te acaba de encajar. Cuando las piezas del tetris no cuadran y
tienes que echar una moneda una y otra vez a la máquina para volver a jugar. No
me gustan tus despertares fríos, cuando sales corriendo de casa sin un beso
sincero, con algo revoloteando en tu estomago. Cuando las horas se te hacen largas sin verla.
Me gusta cuando te pasas
horas sin mirar el reloj con ella. Cuando eres pasajero de un viaje en primera
clase. Cuando su comodidad te hace viajar en bussines. Cuando tus problemas no
importan si está ella. Cuando abres los ojos después de una pesadilla y tu
miedo se ve calmado cuando oyes ese silbidito a tu lado de su respiración. No
me gusta cuando comes solo con un plato vacío enfrente. No me gusta cuando tú
esperas y ella no llega. Cuando llegas y ella no está. Cuando el tiempo te pasa
y nada ocurre.